La música de la pichimuchina es una mixtura audiovisual de sonidos que se complementan con el movimiento. La idea principal está basada en la estética que presenta la música de los pueblos originarios. Distintas características como la interpretación del sonido en movimiento, ritmos monótonos que transportan a estados alterados de conciencia, la compleja integración del sonido con su medio ambiente, el uso de texturas tímbricas homogéneas, son los componentes esenciales de ésta intervención musical. Esta experiencia sonora ésta siempre capturando la esencia de las culturas americanas, donde cada integrante contribuye en la articulación de sonidos complementarios. Este modo de interpretación musical es el resultado de muchas experiencias grupales de improvisación libre. La investigación músical se basa en técnicas vocales como los cantos multifonicos, acompañados de la interpretación de una basta cantidad de instrumentos etnográficos y replicas de artefactos sonoros arqueológicos. Una presentación de la pichimuchina se puede describir como un espacio sonoro en constante cambio, un viaje entre el inconciente colectivo americano y la reinterpretación de sus sonoridades.